Cada vez que me derivan un niño/a le consulto por las actividades que realizan en su tiempo libre y, para mí pesar, un gran número de ellos dedican una excesiva cantidad de horas a mirar televisión, navegar en internet o jugar en alguna consola y sólo una pequeña cantidad sale a jugar con otros niños/as del barrio. Los padres siempre tiene razones que justifican esta dinámica: la jornada escolar completa, el peligro de jugar en la calle, el clima, entre otros, pero me parece relevante que conozcan los efectos nocivos que tiene la televisión o el internet en el desarrollo de sus hijos/as.
Su cerebro está 580 veces menos activo al ver televisión que cuando juegan o realizan otras actividades, vale decir, no es una actividad nutritiva para los niños y jóvenes y jamás podrá sustituir el juego con otros niños o incluso el juego individual, la lectura, deporte, etc.
- Daña la capacidad de atención de los niños, no hay espacio para la reflexión, experimentación, exploración y actividad creativa, que son capacidades necesarias para el aprendizaje y desarrollo intelectual.
- Interfiere en el proceso de las relaciones humanas e incluso deteriora la capacidad de comunicarse adecuadamente. Muchos jóvenes presentan dificultades para expresar sus emociones, ideas y su vocabulario se ha vuelto rudimentario.
- Reciben de la televisión e internet más del 80% de la información que manejan y además esta información les parece más cercana a la realidad que la recibida por la familia e incluso por el colegio, lo que significa que ante cualquier duda prefieren la información obtenida a través de estos medios, la cual no siempre contiene los valores que la familia fomenta en sus hijos. Si ustedes hacen el ejercicio de mirar televisión con ellos, verán que hasta los dibujos animados fomentan la violencia o estereotipos de género.
Respecto a la cantidad de horas, se ha comprobado que los niños/as chilenos/as dedican sobre dos horas diarias a la televisión o internet, horas que se ven incrementadas los fines de semana y en vacaciones, por lo que los expertos recomiendan que no sea más de una hora diaria. Pero este consejo no es sencillo y complica enormemente a los padres que se preguntan, ¿cómo utilizar el tiempo libre de los niños en actividades interesantes y a la vez educativas? En primer lugar el objetivo es intentar que los niños amplíen sus intereses, fuera de la televisión, videos y computador, por medio de actividades extraprogramáticas impartidas por el colegio o distribuyendo las horas libres en actividades como leer, jugar, escuchar música, ayudar a sus padres, etc.
En segundo lugar debemos fomentar que las horas dedicadas a estas actividades (televisión, internet, juegos de consola) sean lo más estimulantes posibles, para esto debemos ayudarlos a elegir programas educativos, acordes a los valores de la familia; juegos de consola menos violentos y que refuercen alguna habilidad; buscar en internet temas de su interés y siempre dialogar con ellos para ayudarlos a identificar las conductas incorrectas o que confundan la realidad con lo que aparece en la pantalla.
Finalmente no deben temer a que los niños se aburran. Los padres se muestran excesivamente preocupados por mantener “entretenidos” a los niños/as, sin embargo es necesario que se aburran porque es en estas instancias donde surgirá en su hijo/a la creatividad e imaginación para crear sus propios juegos o actividades que le generen gozo.